Por Pável Calderón Sosa
Dirigente de Antorcha en Sinaloa
Los precios de las mercancías siguen escalando: el último reporte del INEGI sobre su alza anual, agosto de 2022, sitúa su incremento en 8.7 por ciento. La inflación ha pasado, de representar una simple palabreja técnica sin mucha relevancia para las mayorías, a ser algo muy presente en su vida, pues ahora todo lo que necesitan para vivir está más caro.
Según el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (CEMEES) basado en datos del INEGI, el nivel de precios anual medido por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) pasó de tres por ciento en marzo de 2022 a 8.2 por ciento en julio de 2022. Esto es un dato no visto en 22 años, desde el sexenio de Ernesto Zedillo.
Pero el aumento de los precios no es el mismo para todos los productos; dado que el INPC es solo un promedio general, debemos ver las cosas con más detalle. Según El CEMEES, durante el mismo período que la inflación superó ocho por ciento, el aumento de precios de los alimentos fue de 12 por ciento, o sea que la inflación de los alimentos va por arriba de la inflación general.
¿Qué segmentos poblacionales son más afectados por la situación actual? ¿Cómo gastan su ingreso las familias mexicanas? Según la ENIGH 2020 el decil I, el de los más pobres, gasta 50 por ciento de su ingreso en comida, mientras que el decil más rico, el X, solo gasta 28 por ciento de sus ingresos en alimentos, gasta casi la mitad de lo que el decil pobre. La subida de precios de los alimentos le pega mucho más a los pobres que a los ricos.
No se puede ignorar que el fenómeno inflacionario es mundial, impulsado por las sanciones occidentales a Rusia, que han ocasionado escasez y encarecimiento de productos básicos para la cadena de producción global. Así, los EE.UU. y aliados atropellan a todos los países en sus insanos deseos de controlar el mundo. Pero nacionalmente ¿qué se está haciendo para ayudar a la población a enfrentar esta situación? ¿Hay políticas efectivas de contención de los precios?
Según información del 2 de agosto pasado de eleconomista.com “El Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) incluye una serie de intervenciones de política pública para regular los precios de 24 productos básicos en la cesta de consumo de las familias mexicanas. A poco más de dos meses de operación, se ha observado que sólo nueve productos de los 24 han mostrado una caída en su nivel de precios o, al menos, una estabilización.” Además la nota citada muestra que solo dos (zanahoria y azúcar) de los 24 productos aumentaron de precio menos que la tasa de inflación. Los demás productos básicos como limón, naranja, aceite, cebolla, huevo y papa tuvieron aumentos de precios desde 19% hasta ¡59%! En elfinanciero.com, 9 de septiembre de los corrientes, se lee: “La inflación sigue sin ‘dar tregua’ y alcanzó un 8.7 por ciento en agosto, presionada principalmente por el alza en los precios de los alimentos, de acuerdo con el informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La cebolla continúa encabezando la lista de alimentos que presentan más incremento en sus precios. En la lista roja también se encuentra la tortilla de maíz, papa y otros tubérculos.” No. El PACIC de AMLO no ha sido efectivo, la carestía sigue rompiendo récords.
Por si esto fuera poco, el 9 de julio de 2022 la economía de los trabajadores sinaloenses sufrió un duro golpe adicional: se elevó un peso la tarifa del transporte público. En Culiacán, un usuario que paga cuatro pasajes al día, seis días a la semana, -no pocos culiacanenses lo hacen- tiene que gastar 96 pesos más al mes. Pero si este usuario tiene un dependiente económico que hace el mismo gasto, en una familia el gasto se eleva a 192 pesos adicionales por mes. Pero el salario de la familia promedio no ha aumentado estos meses, por lo que seguramente debió reducir gastos en conceptos distintos a pasajes. Así, entre alimentos y pasaje se está repartiendo el magro ingreso de las familias.
En lo inmediato se necesita destinar más presupuesto para subsidiar precios de productos y servicios de consumo popular, para que no le pegue el alza a la gente. ¿Por qué AMLO no suspende o al menos pausa sus "megaobras" para subsidiar el precio de la tortilla por ejemplo? Esta ya se vende en algunos lugares del país a 30 pesos el kilogramo. ¿No que primero los pobres?
En lo mediato se necesita que el Gobierno invierta en el fortalecimiento del aparato productivo. Lograr la soberanía alimentaria para no estar a expensas de los vaivenes del mercado mundial. ¿Qué hace a este respecto la 4T? México necesita un gobierno de carácter realmente popular, no demagógico, que atienda los problemas en lo urgente y en el largo plazo. Crisis como la de hoy, al golpear duramente el nivel de vida de los trabajadores deben hacer a estos más receptivos a los llamados a organizarse y luchar por una mejor distribución del gasto público; los desfavorecidos son la mayoría de los mexicanos, pero están desorganizados, lamentando su suerte cada quien por su lado. Nadie se condolerá de los trabajadores si ellos no se levantan y exigen lo que les corresponde. Ya lo estamos viendo.