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  • Writer's pictureRAMIRO CAZAREZ

O LOS MATA LA POBREZA, O EL ABUSO DEL PODER

- El pasado 20 de septiembre, fue un día trágico para la comunidad pesquera de Las Lajitas, Ahome… Una embarcación de la Secretaría de Marina, embistió una pequeña panga con tres pescadores a bordo, matando a uno de forma inmediata, al caerle todo el peso de esta sobre la cabeza de un joven de 22 años


Por Ramiro Cazarez / Fotos Guillermo Juárez

Doña Erika, madre del joven pescador Natanael Álvarez, aprovechó unos pocos minutos de diálogo con un servidor, para expresar su deseo de misericordia de Dios, para ella y su familia, pues el dolor de la muerte del tercero de sus hijos, no daba lugar para exigir justicia por este crimen.


A unos metros de donde fue la primera plática con ella, en el Campo Nuevo, Las Lajitas, estaba el féretro con el cuerpo de Natanael, expuesto para quienes quisieran ir a despedirse de él.


Ese día del sepelio, además de la tristeza entre los pobladores, se respiraba un ambiente de coraje y de impotencia, ya que no era la primera vez que ocurría una situación así, con los oficiales de Conapesca y la Secretaría de Marina.


Si bien es cierto, nunca se había llegado a ese extremo, de matar a alguien “desobediente” a decir de la autoridad oficial, por pasarse los límites para la captura del camarón, en reiteradas ocasiones los pescadores denunciaban los abusos que cometían estas dos dependencias del gobierno encargadas de la seguridad en las costas mexicanas, en los sentidos de ocasionarles daños materiales a sus embarcaciones, llegando hasta pérdidas totales.

Era como una bola de nieve, que el gobierno federal no quiso escuchar ni atender, terminando con esta tragedia.



Ese día, el miércoles 20 de septiembre, Natanael salió a las 6 de la mañana de su cuarto, le alcanzó a decir a su mamá que ya se iba por el sustento y desde ese momento, fue la última vez que lo vio y lo escuchó.


“Siempre que regresaba de su trabajo, llegaba a la tienda por un poquito de mandado, con algunas tortillas, le decía mijo, no hay leña, ahí iba por ella, cuando se sentaba a comer les compartía a quien llegara, nunca comía solo”, comentó doña Erika.



Por un lado de ella, se encontraba a quien ella reconocía como la “hermana”, una señora de la religión que la ayudaba moralmente, pues no podía estar sola con ese dolor que no le permitía ni subir la mirada.


“Siempre que me miraba, me decía ahí estas en la silla del trono, platicábamos mucho siempre y cuando le preguntaba si no traía dinero, él siempre decía ahorita voy con el patrón para pedirle prestado, lo poquito que ganaba me lo daba todo, era muy buen hijo”, expresó.


También los vecinos, familiares y amigos, lo describen como un niño noble, de buenos sentimientos… “En veces me decía mamá se te acabó el agua, ahí iba por el agua hasta la punta por ella, descalzo se venía por toda la carretera, me daba mucha lástima”, dijo.

“Lo que pido es que Dios tenga misericordia de nosotros porque es muy feo esto, él era muy inocente, tenía la mente como un niño”, lamentó.



Una de las vecinas, nos mostró el cuarto donde vivía, ahí, se encontraba una colchoneta donde dormía, un abanico, que a decir de doña Erika, renegaba mucho de él porque nunca lo pudo arreglar.


Mientras el humilde velorio se llevaba a cabo, el boletín oficial de la Secretaría de Marina, cayó como bomba en todo el campo pesquero, pues daba la versión sobre una “colisión de embarcaciones”, durante su operativo “Componente Camarón 2023”.


El informe detallaba que la embarcación de los tres pescadores, se encontraba en un área prohibida y con artes de pesca no autorizadas, manifestando que tras percatarse de la presencia de ellos, empezaron con “maniobras evasivas”, lo que provocó el choque de ambas embarcaciones, “dejando una persona aparentemente en estado inconsciente”.


Nada apegado a la realidad. La versión de los pescadores, no solamente de los dos sobrevivientes, sino de varios que se percataron de la embestida directa de la embarcación oficial a la otra, detallan que la primera se subió a toda velocidad a la pequeña, estando por ese costado el joven Natanael, cayéndole todo el peso de esta sobre la cabeza.


Al ver esa acción, uno de los pescadores, por temor, se tiró al agua y empezó a nadar hasta la orilla del campo pesquero, mientras que el otro fue detenido y esposado… “Me llevaban esposado hasta mar abierto, no sabía por qué y con Natanael tirado adentro”, expresó uno de los dos sobrevivientes a esta embestida.



Por fortuna, varias embarcaciones empezaron a perseguir a la de la Marina, para que no se fuera a fondo y regresara a la costa, por lo que no tuvo más opción que dar vuelta y dejar la panga en la orilla, con Natanael muerto y el otro pescador.


A las 11 de la mañana de ese 20 de septiembre, en todo el campo pesquero se había informado que los Marinos habían matado a un pescador y que se encontraba a la orilla. Madres y esposas, salieron corriendo y llorando esperando que no se tratara de uno de sus seres queridos.


Al tener conocimiento que el fallecido era Natanael, empezó el viacrucis para su familia.

Personal de la Vicefiscalía y de la FGR, arribaron hasta altas horas de la tarde de ese día, para después de recoger evidencias, autorizaron que el cuerpo fuera levantado para ser trasladado a una funeraria.



Al día siguiente, casi 30 horas después, el cuerpo fue entregado a los familiares para que le dieran una cristiana sepultura.


Durante todo ese tiempo, el padre de Natanael y la comisaria del lugar, así como algunos familiares y pescadores, fueron a las instalaciones de la Fiscalía General de la República, sub sede en Los Mochis, así como a la Octava Zona Naval de Topolobampo, para exigir una investigación de ese lamentable hecho y llevar a juicio a los culpables de esta infamia.


Tanto el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, como el alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, lamentaron los hechos y pidieron que la FGR investigara bien el caso.


La Secretaria de Pesca en Sinaloa, Flor Emilia Guerra, durante una breve conferencia de prensa con medios locales en Ahome, fue franca en sus expresiones, mostrando el lado humano, más que el lado de gobierno. “Claro que hubo dolo, ustedes díganme sino”, declaró respecto a las formas en las que perdió la vida Natanael, quien también se sumó a la exigencia de justicia.



Como dicen la gran mayoría de los pescadores, hay una cantidad incalculable de barcos de todos lados, hasta chinos frente a las costas mexicanas, que vienen a depredar las especies del pacífico, para ellos no existe ni una sola llamada de atención.


La Conapesca se ha ensañado con el pescador pobre de escasos recursos, sabiendo que para ese sector tan abandonado por los gobiernos, no hay apoyos extraordinarios, y lo único que piden es que los dejen trabajar para poder subsistir.


A estas familias si no las mata el hambre o la pobreza, las mata la indiferencia de los gobiernos o los excesos y abusos del poder.





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