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Nobel de Economía 2021 no avala a la 4T


- Por Pável Calderón Sosa

El lunes pasado la Real Academia Sueca de Ciencias otorgó el premio #Nobel de Economía a David #Card, investigador de la Universidad de Princeton, por sus investigaciones sobre el efecto de un aumento en los salarios mínimos en Nueva Jersey sobre el nivel de #empleo. El investigador, junto con su colega Alan Krueger –hoy extinto- estudió el caso de un aumento del 19 por ciento al salario mínimo en el año de 1992 en el estado de Nueva Jersey; dieron seguimiento al comportamiento del empleo en los restaurantes de comida rápida –usualmente los que pagan el salario mínimo- y encontró que, lejos de lo que decía la teoría económica al uso, el nivel de empleo no cayó; antes bien, subió un trece por ciento respecto a los niveles anteriores al aumento salarial. “El resultado de su estudio, presentado en 1994 en el paper “Salarios mínimos y empleo: un estudio de caso de la industria de comida rápida en Nueva Jersey y #Pensilvania”, logró desafiar con evidencia empírica la mirada más ortodoxa que traía la economía desde los 70 al respecto…” informa el portal latercera.com


Que este estudio fue riguroso, lo prueba su amplia aceptación que tuvo en círculos académicos después de su publicación: “La influencia de este trabajo quedó plasmada en encuestas dirigidas a los miembros de la Asociación Estadounidense de Economistas. En 1978 el 90% de ellos estaba de acuerdo con que el incremento del sueldo mínimo reducía sustancialmente el empleo entre trabajadores de bajos ingresos, lo que cayó a 46% en el 2000. Mas tarde, The Iniciative of Global Markets de la Universidad de #Chicago condujo encuestas a economistas con la misma consulta y los porcentajes siguieron cayendo. Sobre un aumento del salario mínimo a US$ 9 la hora en 2013, el 34% creía que habría una merma en el empleo; mientras que a US$ 15 en 2015, fue el 26%.” Informó el mismo portal.


Sobre las conclusiones del estudio de Card leo en vozpopuli.com un artículo de Enrique Feás que dice: “… lo importante antes de tomar medidas como aumentar el salario mínimo es analizar cómo funciona el mercado de trabajo y en qué medida los empleadores están fijando salarios con un cierto margen de discrecionalidad (y, por tanto, de beneficio extraordinario) (…) que tan importante como la fijación de precios es la fijación de condiciones de trabajo: de nada sirve subir el salario mínimo si los empleadores pueden forzar a sus trabajadores a reducir sus horas teóricas (que no efectivas, sin pagarles horas extra); y (…) que una buena forma de compensar el poder empresarial es confrontándolo a un poder equivalente, el sindical, pero sólo si este defiende los intereses de todos los trabajadores –incluidos temporales y desempleados–, no sólo los sindicados –generalmente con contrato fijo.”


Me parecen sensatas dichas conclusiones; pueden servir de orientación para un #Estado que pretenda apoyar a las mayorías, pues valoran la necesidad de analizar los sectores donde haya una explotación mayor de los #trabajadores para que sea ahí primero donde se aplique la medida de alza salarial; también la necesidad de revisar que los empleadores no compensen pérdidas sufridas por la elevación de los salarios con un castigo a otros beneficios del trabajador, y tercero, que para sostener conquistas laborales como el alza del salario se requiere una organización de trabajadores fuerte, que defienda a todos sus agremiados por igual y que no se venda al estilo mexicano charril.


Ante el anuncio del premio, rápidamente hubo reacciones de muchos tipos, entre ellas las de los turiferarios de la #4T, que vieron un espaldarazo a las subidas del mínimo decretadas por el actual #Gobierno. Pero ¿Cuál las lecciones arriba dichas aplica la 4T? no se ven por ningún lado. Hay que sumarle que acá los salarios mínimos llevan décadas de rezago y que hay más de 30 millones de desempleados, que venden informalmente en las calles; por lo que los leves aumentos no son de la calidad que se requiere después de décadas de caídas de la capacidad de compra de nuestro pueblo, y aun cuando se decreten aumentos estos no necesariamente surten efecto en la economía informal. Y del sindicalismo fuerte que respalde a sus agremiados, mejor ni hablamos, pues la 4T solo ha cambiado a charros viejos por nuevos.

Así que no, el premio nobel a Card no avala las políticas salariales de #Morena, como pretendieron celebrar algunos extraviados.

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