Víctima propiciatoria
- Ricardo Espinosa de los Monteros Zazueta.
- 3 abr 2023
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Por: Ricardo Espinosa de los Monteros Zazueta.

El rector de la UAS, Jesús Madueña Molina, se ha tendido en el suelo alfombrado y mullido de la victimización. Ante la denuncia de la Auditoría Superior del Estado por presuntos actos de abuso de autoridad al negarse a dar acceso a los auditores de la ASE para la realización de una auditoría forense, el rector ha declarado que no le importa pagar con la cárcel su rebeldía ante la inspección del mencionado órgano de control financiero y de gasto público.
En lugar de dar una explicación coherente, objetiva y honesta de su negativa, el rector hace de sus entuertos virtud; Madueña aprovecha el nuevo ecosistema digital y analógico que fomenta la infodemia, es decir, excesos de información, la más de las veces oscura, para continuar con su espiral de mentiras, al mismo tiempo que está muy consciente de que su ladina estrategia confundirá más a la gente, fomentando una abigarrada y confusa masa informativa que va dirigida al gran público con escasa cultura jurídica, propalando la especie de que el gobierno quiere hacerse del control de la universidad, en un “quítense ustedes para que lleguemos nosotros”.
Esa es la idea central que están tratando de implantar en el imaginario colectivo y que si el gobierno no se pone las pilas le comerán el mandado mediático porque Madueña posee un gigantesco aparato de propaganda, obviamente financiado con los recursos que no quiere transparentar. He aquí el quid del asunto y los motivos del pleito jurídico/ político.
La victimización de Madueña se inscribe en una novísima estrategia política utilizada por muchos actores políticos: “víctimizate que algo queda” es el nuevo mantra político, que en el plano internacional encuentra al ex Presidente de EEUU, Donald Trump, su más conspicuo exponente.
A pesar de que el gran barbaján está acusado de 30 cargos criminales en Nueva York, muchos analistas políticos sostienen que la estrategia de victimización que empieza a correr en los medios de comunicación le redituaría ganancias políticas ante el eventual fracaso de los fiscales neoyorkinos.
Proporción guardada, es lo que Madueñita pretende obtener con la puesta en escena de su propia victimización: lograr jalar los reflectores mediáticos para dominar la narrativa de que el gobierno quiere el control político a ultranza, es decir sin otro objetivo que hacerse de la UAS, en tanto que el rector vicario se declara un perseguido político.
Esa perra que ya ha mordido a muchos suele seguir mordiendo, si se le da la espalda, pero para eso está el garrote de la ley, porque los periodicazos no son suficientes y los llamados a negociación han sido bateados por el rector una y otra vez.
El rector se ha fugado hacía adelante sin medir las consecuencias de sus actos: muy a tono con el pensamiento político demagógico en boga de que más vale negar los hechos objetivos demostrables que actuar con acrisolada honradez moral y ética, privilegiando el fraude informativo que se nutre del concepto de postverdad o verdad alternativa que no es otro mas que la negación cínica de los datos y la verdad objetiva, para apelar a las opiniones subjetivas movidas y motivadas por las emociones que suscita y mucho menos por las razones.
Es por ello que el descafeinado rector recurre a la sensiblería de un culebrón de telenovela: “primero en la carcel que consentir la auditoría” ha declarado el histrión que despacha como máxima autoridad de nuestra máxima casa de estudios en Sinaloa.
Sin embargo la visita a Sinaloa de López Obrador ha corroborado lo que en diverso artículo señalamos: el presidente de México no consentirá la corrupción universitaria y ha otorgado su total apoyo para que Rocha Moya, sin lastimar la autonomía universitaria, arregle el asunto de la presunta malversación de recursos al interior de la UAS, deconstruyendo con esa declaración todas las delirantes hipótesis de que el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, habría dado su apoyo al hombre fuerte de la universidad, Héctor Melesio Cuén Ojeda, y las ridículas interpretaciones sobre el lenguaje corporal observado en una foto tomada en las oficinas del funcionario federal, que fue carne de chismografía de ciertos comentocratas locales.
PS: víctima propiciatoria: la persona que se sacrifica en aras de beneficiar o congraciarse con una divinidad (interpretación religiosa) o bien, quien se sacrifica por otra persona o “proyecto”.
¿Por quién se sacrifica Madueñita? De usted querido lector, las conclusiones. (JL Téllez dixit)
Seguiremos informando.
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