- Mientras que las autoridades de migración de México se dedican a perseguir a los centroamericanos en su paso hacia los Estados Unidos, en lo que va del presente año ha crecido lo que se conoce como migración inversa, que consiste en el traslado de estadounidenses hacia México, reveló Renato Pintor Sandoval.
El especialista en temas de migración de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) destacó que, de enero a septiembre del presente año, más de 8 mil estadounidenses que se dedican al trabajo digital se han asentado en México y muchos de ellos se encuentran en estatus ilegal porque ya se les vencieron sus permisos.
“Son personas que trabajan en la era digital, que tienen entre 30 y 40 años, que, a diferencia de los estudios de Lizárraga, donde el migrante retirado se iba a Mazatlán o se iba a algunos lugares a vivir, estos son jóvenes y son también llamados migrantes nómadas porque no tienen un lugar de residencia fijo”, abundó.
Pintor Sandoval indicó que se están asentando en ciudades fronterizas como Tijuana, Baja California y Piedras Negras, Coahuila, así como también en el puerto de Mazatlán y en las colonias Roma y Condesa de la Ciudad de México.
En entrevista sobre este fenómeno conocido también como el de los nómadas digitales, el maestro en estudios de Estados Unidos y Canadá expuso que por tratarse de gente que trae dólares a nuestro país, algunos gobiernos locales están alentando este tipo de migración ocasionando con ello un impacto en la economía.
“Se habla de un 137 por ciento que han subido las rentas principalmente en los destinos de playa debido a esta migración inversa, pero también otro impacto fuerte es en la salud y con esto me refiero a los recursos farmacéuticos que los norteamericanos compran, son muy consumidores activos de los suplementos alimenticios y esto ha hecho que se eleven también”, expresó.
Respecto al impacto que este fenómeno de migración inversa está teniendo en México, Pintor Sandoval precisó que ello ha traído como consecuencia que se dolaricen las rentas de viviendas, que se encarezcan los costos de los medicamentos en farmacias y que se eleven los precios de comidas, cafés y lácteos en los restaurantes donde residen.
“También van a destinos de playa, como en este caso Mazatlán que más o menos 600 personas de estos migrantes inversos han llegado a este lugar”, comentó.
El especialista en temas de migración puntualizó que algo que se está viendo con estos migrantes nómadas es que pueden durar 6 meses en México y luego se pueden ir a países como Costa Rica o Colombia.
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